La incertidumbre estresa … y no se puede controlar todo

Hay algo que nos desestabiliza en general a todas las personas, es la incertidumbre. En cualquier aspecto de nuestra vida, tendemos a querer movernos en escenarios de certeza y por este motivo sacamos nuestras propias conjeturas cuando hay alguna situación que no comprendemos.

Tendemos a eliminar la incertidumbre de forma consciente ó inconsciente, porque es algoincertidumbre 2 que nos desconcierta y que en según qué situaciones se nos presente, nos genera estrés.

¿Qué es la incertidumbre? La Wikipedia (que amplia la definición de la RAE) la define como lo contrario de certidumbre o certeza; como duda o indecisión; como el azar, la contingencia, la expectativa, la ausencia de necesidad entendida como determinación… es decir, cuando no sabemos a donde ir, qué hacer, qué pensar o qué decir, cuando no sabemos hacia donde dirigir nuestros esfuerzos por que nos falta alguna claridad en el camino lo suficientemente importante como para cuestionarnos nuestro objetivo.

Desde que nacemos estamos preparándonos para entender nuestro entorno con una cierta lógica / coherencia, buscamos patrones (según nuestros propios paradigmas) y cuando algo vemos / observamos, nuestro subconsciente lo procesa y le encuentra una lógica. A veces le cuesta y lucha hasta encontrar ese patrón que hace a ese suceso “coherente” con nuestro paradigma o nuestra forma de ver lo que nos rodea.

Cuando lo que nos pasa viene mediatizado por nuestro entorno laboral / social / familiar o por las relaciones con otras personas… empieza a complicarse la cosa porque seguramente nuestra lógica es insuficiente, nos hacemos preguntas que a veces son contestadas y a veces no. Nos hacemos preguntas y como esa incertidumbre a veces nos genera estrés no tenemos la suficiente paciencia como para dar tiempo para reflexionar, para que se asienten algunas cosas/ decisiones/ etc… necesitamos las respuestas de forma inmediata y eso a veces puede llevarnos a la catástrofe, a tomar decisiones de forma impulsiva o adentrarnos en un camino aún más incierto ó lo que es peor, lleno de certeza pero en dirección contraria a lo que desearíamos.

Por este motivo están tan solicitadas las echadoras de cartas y/o pitonisas… es la desesperación la que busca respuestas y esa gana de agarrarse a lo que sea, a un clavo ardiendo, hace que en esos momentos confiemos hasta en la “magia”, en el fondo buscando las respuestas deseadas para eliminar los miedos que nos genera el escenario de incertidumbre.

Y la incertidumbre nos rodea constantemente, con la crisis o sin ella. Vivimos y no podemos controlarlo todo. Esto me recuerda a una reflexión filosófica de Heráclito, de que uno no se puede bañar dos veces en el mismo río, porque entre las dos, el cuerpo y el agua del río se han alterado. Por lo que entiendo, entendemos, que el mundo está en constante cambio, que igual que el río cambia instantáneamente nosotros también lo hacemos y aumentan nuestras probabilidades de tener escenarios de incertidumbre a nuestro alrededor.

zona_influenciaPero entonces ¿Qué podemos hacer?, necesitamos tiempo para reflexionar, tiempo para hablar/preguntar/ escuchar el silencio y el no silencio y luego preguntarnos ¿Qué es lo que realmente quieres? Porque eso es lo que definirá el plan mayor. Si hay algo que realmente quieres valdrá la pena luchar por ello, y sino tendremos que hacerlos la pregunta de ¿Y si no… qué quieres hacer? Y en este punto recomendaría un recurso que S. Covey explica en su libro “los 7 hábitos de las personas altamente efectivas”, que es el círculo de influencia y el círculo de preocupación. Es decir, analizar qué es lo que depende de nosotr@s (c. Influencia) y que es lo que no (c. De preocupación) ¿Y qué hacemos con lo que está en nuestro círculo de preocupación? Tendremos que analizar si lo que está ahí realmente no podemos hacer nada. Tratar de pasar de la preocupación a la ocupación, porque estar simplemente en la zona de preocupación nos quita recursos y nos impide pasar a la acción.

Nos centraremos principalmente en lo que está en nuestro círculo de influencia y también trataremos de intervenir en aquellas cosas que estando en nuestro círculo de preocupación están en nuestra mano. Por ejemplo, si te preocupa la salud de tus hij@s, lo que está en tu mano es proveer de una alimentación saludable, ejercicio, hábitos de salud, las revisiones médicas pertinentes, etc. Para que aunque siga existiendo un escenario de incertidumbre, podamos sentir que estamos haciendo algo al respecto.

Lo mismo en el trabajo, ya he visto más de una situación que ante la falta de comunicación sobre la continuidad o no de un contrato, la persona decide buscar otro trabajo ¿y si somos nosotr@s los que preparamos / convocamos una reunión con nuestro responsable y salimos de dudas? Obviamente tratando de argumentar los beneficios de permanecer en la empresa (visión ganar – ganar). A veces da miedo oir la respuesta, pero sin querer con el plan B estamos negándonos la posibilidad del plan A. O quizás seguiremos con el plan B pero sin partir de supuestos y seguramente con otra actitud.

Lo que está claro es que no podemos controlarlo todo, ni podemos esperar que las personas se comporten de la manera que esperamos (es decir, según nuestra lógica…)… hay que saber convivir con determinada dosis de incertidumbre y arriesgarse por lo que es importante, porque al final si de verdad nos lo proponemos aparecerán ante nosotr@s las claves para seguir avanzando o quizás las piedras que hay que rodear o saltar para seguir avanzando ¿quién sabe?certeza-incertidumbre1

Acabo con dos frases, una de Edward Rutherford

“Cuando el navegante comienza el viaje, prepara su barco, estudia su ruta, planea su itinerario y zarpa; no puede hacer nada más. No puede saber qué tormentas lo azotarán, ni si ha de regresar. Pero zarpa”

Y otra de Ayn Rand

“No permitas que el héroe que habita en tu alma muera en solitaria frustración por la vida que merecías pero que no pudiste alcanzar”

Y ahora ¿estamos preparad@s para zarpar y ser héroes?

Escribir, escribir, escribir…

Hace días escribí un post sobre la importancia de no perder la práctica de escritura a mano como ejercicio habitual y no sustituirlo en su totalidad por la escritura mecanografiada.

escritura caligraficaAunque explicaba el para qué no debíamos de perder ese buen hábito creo que sería bueno enfatizar sobre los posibles ejercicios y actividades para los que le podemos dar uso. Como son varios … este post constará de dos partes :), este primero, nos ayudará a entrar en contacto con nuestros recursos internos.

Autoconocimiento: tod@s o casi tod@s hemos tenido en algún momento de nuestra vida un diario. Ese diario nos servía para poner en orden lo vivido a lo largo de días / semanas / meses / años… e ir tomando consciencia de tus pensamientos, intereses, ideas, reflexiones… o simplemente desahogarnos con un papel. Servía para reforzar esas ideas, para identificarnos con nuestras dudas y quizás en algún caso tomar alguna decisión.

En cualquier caso nos servía para conocernos a nosotr@s mism@s. El consejo en concreto sería recuperar el concepto “diario”, sobre todo si estamos pasando por una etapa complicada a nivel profesional / personal, el ejercicio de escribir diariamente qué es lo que nos ha pasado a lo largo del día nos sirve para identificar dónde está el foco de nuestra preocupación y quizás de forma ya más consciente convertir pensamientos negativos en positivos. El ejercicio de la escritura permite “reprogramar” nuestro cerebro (por lo menos en parte) cuando determinados pensamientos “les damos la vuelta” de forma consciente en nuestros diarios.

“Escribir cartas nos libera y permite a nuestro cerebro que exprese lo que siente.”

Tomar perspectiva: ¿cuántas veces algo nos ha preocupado y hemos ido en el coche / tren/ autobús dándole vueltas a nuestra “lavadora mental”? ¿Cuántos de esos pensamientos / ideas se convertían en realidad o se llevaban a la acción o se hacía algo al respecto? Muchas veces esos pensamientos se transforman en emociones desagradables que hacen que nos paralicemos y nos preocupemos por cosas que no hemos “pensado” de forma objetiva.

Uno de los mejores trucos para gestionar esto es la “escritura automática”, cuando algo te preocupa, ponte delante de un papel con tu boli / lápiz y déjate llevar. Escribe todo lo que te venga a la cabeza sobre eso que te preocupa. Después, toma perspectiva haciendo una lectura de lo que has escrito, construye una lista de pros y contras… y seguro que para idear un plan de acción o de no acción ya tienes todas las herramientas / recursos delante de ti.

la digitalizacion de la escrituraAutoestima: nuestra vida emocional / estado de ánimo fluctúa porque existimos, porque nacemos, porque sentimos, porque pensamos, porque nos relacionamos… ¡Vivimos! Además de nuestro propio entorno, vivencias, situaciones y emociones varias son las que nos condicionan a sentirnos de una determinada manera. Aunque seamos personas positivas hay días en los que la tristeza forma parte de nuestras constantes. Un ejercicio que podemos realizar es escribirnos una carta a nosotr@s mism@s, escribiendo en dicha carta sólo las cosas que nos gustan de nosotr@s, desde nuestra forma de recibir a la gente en nuestra casa, la forma que nos sale de bien un plato determinado, nuestra manera de escuchar, nuestra voz…. Lo que sea. No hay que poner tiempo. Hay que elegir un sitio tranquilo, un folio / hoja en blanco, boli / lápiz … y a escribir. Primero nos costará más, después irá saliendo sólo. Lo que sí es importante es que sólo podemos escribir cosas positivas, es una máxima. Es un buen ejercicio que nos sirve como recurso para subirnos la autoestima y siempre podemos resumir la carta en una frase que nos sierva de “aliento” diario o cuándo lo necesitemos, colocada en una tarjeta, en un post-it en la mesa de nuestra oficina, o en nuestra nevera en casa.

Cerrar un duelo / cerrar un tema abierto / perdonar: en ocasiones hay emociones no expresadas que se “encapsulan”, se quedan dentro de nosotr@s. No las supimos gestionar en su momento y hoy por hoy nos impiden avanzar en algunos aspectos de nuestra vida. Puede ser el duelo de un ser querido, un perdón no expresado a alguien que ya no está cerca, cerrar algún tema abierto con alguien (algún enfado, decepción, tristeza…)… una de las cosas que ayuda a cerrar esos temas es escribirle una carta a esa persona en la que estamos pensando o está ligada a esa emoción. Luego decidiremos qué hacer con esa carta, pero para nuestro cerebro es de gran ayuda escribirla porque le permite “ejecutar programa”. Esas emociones encapsuladas ocupan “memoria” en nuestros cerebros, ocupan recursos a nivel mental, emocional y a veces hasta a nivel físico. Cuando escribimos esas cartas nos liberan y permitimos a nuestro cerebro que exprese lo que siente.

la era de la digitalizacionSi es un duelo podemos elegir enterrar la carta, hacerla cenizas, guardarla… si es algo con alguien que todavía vive podemos releerla y decidir si la queremos enviar o no… si no, podemos hacer lo mismo que en el duelo.
Eso sí, si elegimos NO hacer. Lo hemos elegido… sintámonos confortables con la elección.

De momento estos son unos cuantos usos de la escritura caligráfica…. Son algunos recursos que podemos utilizar y que están tan al alcance de nuestra mano como puede estar una hoja de papel y un boli / lápiz.
¿Qué os parecen? ¿Os animáis a escribir a mano?

Os espero para seguir compartiendo usos y recursos de la escritura caligráfica, en este caso para sus beneficios a nivel social / profesional.

Harta de esperar…

El otro día haciendo limpiezas varias caí en la cuenta de que tengo muchas cosas “para cuando sea un momento especial”… o también llamados “por si’s” (por si esto o por si aquello).

momento especialSon esas cosas, normalmente consumibles perecederos que las conseguimos/ compramos como algo excepcional o son regalos especiales y las guardamos para un momento mejor.

Pero ¿realmente llegan esos momentos? O más bien ¿es la fecha de caducidad la que decide cuando la consumimos? O lo que es peor… l@s tiramos porque no llegó nunca ese momento tan esperado…

¿Qué significa por tanto ese momento especial? Quizás el tema es definir qué es para nosotr@s ese momento y quizás aplicar una dosis de realidad en el mismo.

Porque una cosa es una botella de vino, o de licor, que incluso cuantos más años pasen… mejor; pero ese chorizo ibérico, ese paté, esa crema,… o incluso ese vestido, lencería, y/o ¿esa ropa especial?

Porque no sé vosotr@s pero yo creo que voy a hacer limpieza de esos “por si’s”, ocupan espacio y hay que aprender a que cualquier momento de nuestra vida podemos decidir que sea espacial si realmente queremos. Quizás porque estamos con la persona que queremos, quizás porque nos sentimos en un buen momento,… o simplemente porque sí.

Yo tengo productos de cosmética, alimentación (dulces y salados), ropa, utensilios de escritura, vinos,… todos ellos son “por si’s”, pues yo creo que este año 2015 ha llegado su deadline.

Me propongo hacer una clasificación tal y como se hace en gestión de tareas (claves para la gestión y optimización del tiempo):

  • Eliminar
  • Delegar/ Donar / Vender
  • Postponer (sin fecha de caducidad
  • Ejecutar / Consumir

Comencé el fin de semana con medicamentos caducados. No quiero confesar cuántas pastillas doné a la farmacia, pero es un paso.

Tengo / tenemos muchas cosas, que ocupan espacio físico / mental / emocional… y debe ser que hoy me he levantado muy zen porque tengo una visión clara.

Si algo te gusta… no esperes mucho. Disfrútalo, saboréalo, compártelo…disfrutar porque nadie sabe qué pasará mañana y nadie sabe si tu armario / alacena / estantería / cabeza se convertirá en un agujero negro en el que tiempo y espacio se anulen mutuamente y desaparezcan tus “porsi’s” sin haberlos disfrutado antes. Yo no quiero ¿y tú?

También… cuántas palabras, deseos, pensamientos, ideas… se han quedado en nuestro “armario” esperando salir en un momento especial… ¿por qué no empezamos a decir y a hacer lo que verdaderamente nos hace felices y deseamos?

¿Nos lanzamos?

 “No es lo mucho que tenemos,

sino lo mucho que disfrutar, que hace la felicidad”

Charles Spurgen

¿Qué haces tú para mejorar el clima laboral?

¿Qué es el clima? mejor dicho ¿qué es el clima laboral?, podríamos definir el clima laboral como el conjunto de percepciones de los emplead@s de una organización con respecto a su nivel de satisfacción tanto en generMejora clima laboralal como en los numerosos matices que rodean un puesto de trabajo.

Y en muchas ocasiones, cuando hago selección y hago la pregunta típica: ¿Qué necesitarías que tuviera un trabajo para que estuvieras a gusto?…

Mucha gente me responde: «un buen ambiente de trabajo»

Es algo que necesitamos, que buscamos y que es importante… ahora bien ¿nos hemos planteado alguna vez qué hacemos nosotros para que exista un buen clima laboral / ambiente de trabajo a mi alrededor?

Está claro que hay una serie de circunstancias que me rodean y que aunque no dependen de mí directamente sí que hacen que me pueda sentir mejor o peor en un trabajo (tema de descansos, entorno como el mobiliario, luz natural, beneficios sociales, vacaciones, recursos / herramientas, etc…) pero también hay una parte importante que depende de mí.

El ejemplo para mí drástico de esta situación (y perdonarme porque no es mi intención herir sensibilidades) es Viktor Frankl («El hombre en búsqueda de sentido»), médico psiquiatra judío que fue prisionero en Auschwitz (entre otros campos de concentración) y allí pudo ser consciente de cuánto es de necesario tener un sentido, una misión, algo que esperar en esta vida para sobrevivir y tener esperanza. La cuestión, y a lo que quiero hacer referencia, es que otra de las cosas que descubrió fue:

«Las circunstancias externas pueden despojarnos de todo, menos de una cosa: la libertad de elegir cómo responder a esas circunstancias»:

S. Covey ya lo nombraba también en más de una ocasión, de hecho es el primero de los 7 Hábitos: Ser Proactivo. Es importante tomar decisiones, ser consciente de mis elecciones y también así podré actuar en consecuencia.

Volviendo a nuestro entorno y a nuestro día a día ¿cómo somos? ¿somos personas que nos estamos quejando continuamente de lo que no tenemos o no podemos hacer? o ¿somos personas que vemos las posibilidades y elegimos cómo afrontamos la adversidad?

Tener en cuenta que cuanto más hablamos de lo negativo que nos rodea, más importancia toma en nuestro subconsciente, más peso le damos y más tiempo va a ocupar en nuestra mente.

¡Ojo! no quiero decir que seamos «pasotas» y dejemos de luchar por nuestras condiciones laborales… lo que quiero es que seamos conscientes de que en función de las verbalizaciones que hacemos hacia afuera provocamos emociones, sentimientos, y … estamos formando parte del clima / ambiente que queremos.. ¿o no?

«Comienza tu día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo»

Mafalda

Hoy en @ondamujer hemos hablado de esto precisamente.. ¿te apetece escuchar algo más sobre el tema? Escucha el programa aquí Onda-Mujer

Ponte las «gafas» de la positividad

El martes nuestro queridísimo Iñaki González en su blog sobreviviRRHHé nos comenzó contando su visión de «Cómo transformar un mal día en algo positivo» y hoy toca desde «La verdad absoluta no existe» elaborar nuestra réplica ¿verdad, Iñaki? y es que ya comentamos en su momento lo malo que es «encariñarse con la piedra» y pensar que todo lo que hacemos nos va a salir igual de mal.

La cuestión es que en ocasiones nos ha pasado que un sólo momento del día es lo que ha condicionado que el resto del día sea visto como algo «horroroso» ¿porqué nos pasa esto?, porque sin querer queriendo hemos «programado» nuestro cerebro a centrar toda su atención y sus recursos a ese

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suceso que acabamos de vivir y que nos ha generado ese malestar.

La solución no es ignorar eso que nos ha pasado, sino saber relativizarlo y darle la importancia que se merece. Hoy en día se llama «resiliencia» (aunque realmente es un término asociado a la resistencia de los materiales…) y hace referencia a nuestra capacidad de resistir y reaccionar con la misma fuerza positiva para contrarrestar el suceso estresante; es decir, en lugar de preguntarme: «¿porqué a mi?» «siempre me pasa igual» «nunca aprenderé», etc paso a decirme: «¿qué podría haber hecho diferente?»»¿qué he aprendido para que no me vuelva a pasar?» «¿qué ha ido bien?», etc.

Cuando focalizamos nuestra atención en lo que podemos hacer, en lo que depende directamente de nosotros y en la acción… automáticamente nuestro estado de ánimo comienza a hacer un pequeño cambio sintiéndonos mejor porque podemos hacer algo y estamos en camino de ello.

Recientemente ha sido el día de la felicidad y el otro día coincidiendo con @clarabenedicto en twitter me hizo descubrir un fantástico ejercicio que nos puede ayudar a redescubrir las cosas positivas que tienen nuestro día a día y evitar que nos focalicemos en lo negativo y compartir «momentos de felicidad». El proyecto se llama 100 happy days y trata justamente de eso, de compartir durante 100 días nuestros momentos de felicidad. Yo acabo de apuntarme… ¿os apuntáis? Iñaki… a ti ¿qué te parece?

Hoy es día 3… y este número siempre me han parecido unas gafas giradas.. ¿y si son las gafas del positivismo? ¿y si hoy comenzamos a ver nuestra vida desde un lado más feliz? ¿y si sacamos el/ la niño/a que llevamos dentro?

A child can teach an adult three things:

– to be happy for no reason

– to always be curious

– to fight tirelessly for something

Paulo Coelho

¿Bailamos para celebrarlo?

Ayer, hoy, mañana… y siempre

IMG-20140102-WA0017Bueno, en principio este post tenía que haber salido el miércoles… osea… AYER, pero HOY (y como estos días últimamente) ha sido un día ajetreado y hace que MAÑANA (HOY para ti cuando lo leas…) se publique para que Iñaki pueda aportarnos su visión.

¿Qué es HOY, MAÑANA y/o AYER? Desde luego es la suma de momentos que hacen que nuestros recuerdos se ordenen en nuestra memoria, porque siempre habrá un AYER, un MAÑANA y un HOY… pero no siempre somos conscientes de cuánto estamos viviendo el HOY… ¿verdad?

“A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto,

 y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.”

Oscar Wilde

El martes en el blog de Iñaki compartí el cuento de EL BUSCADOR, que aparece en el libro de Cuentos para Pensar de Jorge Bucay.

Dice así:

“Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

– No ningún familiar – dijo el buscador – ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.” 

La cuestión es que normalmente nos programamos con mayor frecuencia para recordar más los momentos negativos que los positivos y eso hace que si esta leyenda fuera real, la suma del tiempo en que disfrutamos intensamente… sería bastante breve.

Igual que nos programamos de forma negativa, podemos programarnos en sentido contrario y cada día, por la noche recordarnos 2-3 cosas positivas para acabar el día, e incluso recordar aquello que hemos disfrutado para que a través de la visualización podamos disfrutar el doble.

No sé si habéis visto la película “Cuestión de tiempo” (si no lo habéis hecho os lo recomiendo) va de una familia en la que los hombres pueden viajar en el tiempo. Una de las lecciones del padre al hijo es precisamente vivir cada día dos veces. La primera, la de “verdad” la que se puede dejar llevar e improvisar… la segunda…para darse cuenta de los momentos perdidos y recuperar la verdadera esencia de cada día. Hasta los más pequeños momentos y aparentes sin importancia… pueden tener un impacto positivo, no sólo en HOY… sino que lo recordaremos MAÑANA y se convertirá en un AYER memorable.

Y tú Iñaki… ¿qué opinas?

Guau, tener una máquina del tiempo de esas sería maravilloso… la de cosas que podríamos hacer, la de momento desperdiciados que podríamos saborear de verdad, la de instantes mágicos que no nos paramos a saborear porque vivimos inmersos en esta ciclogénesis explosiva que ríete tú de las olas que se están llevando nuestras costas.

Pero como es imposible disponer de dicha máquina, tendremos que ser nosotros los que nos esforcemos en disfrutar los momentos del HOY, para que nunca tengamos que arrepentirnos del AYER y hacernos mejores personas en el MAÑANA.

Seamos capaces de disfrutar de cada victoria (y de aprender de cada derrota) con tiempo suficiente para analizar los elementos positivos y negativos que nos han llevado a esas situaciones, celebremos con nuestros compañeros esos pequeños éxitos del día a día, del HOY, porque si estamos esperando a celebrar la gran victoria de MAÑANA, tal vez, para cuando llegue, no haya merecido la pena siquiera la batalla.

Y si Rut me permite la confianza, os dejo que vayáis pensando en estas nuestras cosas con este vídeo músical: AYER, de La Habitación Roja.

Elijo ser inocente ¿y tú?

Hoy es día de los santos inocentes y seguro que más de uno y más de dos bromas hemos tenido en nuestros correos electrónicos, whatsaps,

inocente

cafés… y demás.

La cuestión es que hoy es un día dedicado a gastar bromas y a pillar desprevenidos a los que se denominan «ingenuos»…

Pero ¿qué significa ser inocente? según el Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe: cándido, da

adj. Sencillo, ingenuo, sin malicia ni doblez: alma cándida.

Para mí ser inocente significa también en pensar lo mejor de los demás, pensar que todo es posible y poner todos los esfuerzos en conseguir tus sueños.

2012_12_28_PHOTO-a214b2067faa459094c3a586856ef708-1356706172-56Lamentablemente creo que normalmente se suele pensar que eres inocente, ingenuo hasta que la realidad te aplasta.., porque parece ser que ser realista es contrario a no tener malicia o a pensar lo mejor de tu entorno y eso me parece un poco triste, ¿no creéis? a fin de cuentas cómo es posible que el ser humano haya llegado a desarrollar, inventar, descubrir… si no fuera por algunos locos que han pensado que es posible…

Desde el inicio de los tiempos a los innovadores, a los promotores, a los inventores y/o genios en casi cualquier ámbito se les ha catalogado como locos, ingenuos e incluso perdedores… sin embargo si no fuera por ellos hoy por hoy no tendríamos luz, nos seguiríamos muriendo por enfermedades hoy extinguidas o incluso viviríamos en un radio de pocos kilómetros de nuestro nacimiento… y lo peor de todo es que viviríamos convencidos de que no es posible cambiar nuestra realidad porque la hemos aceptado como lo único posible.

La realidad puede hacernos sentir seguros, cómodos… puede ser que no nos guste, pero si la aceptamos como tal el peligro es que nos atrape y nos convenza de que no podemos hacer nada diferente.

Si es así, entonces quiero considerarme inocente, ingenua por seguir creyendo que entre todos podemos cambiar las cosas. No quiero creer que no podemos salir de la situación en la que estamos a nivel político y/o económico. No puedo creerme que con la cantidad de gente inteligente que hay con carrera o sin ella no encontremos una fórmula para cambiar el sistema en el que nos hayamos inmersos.

Con la cantidad de abogados, economistas, funcionarios, etc  que tenemos en el país no me creo que no haya nadie que tenga una solución al sistema de elecciones, a la ineptitud de nuestra clase política, a la falta de coherencia a la hora de aplicar la ley, a la falta de recursos que tenemos los ciudadanos de a pie para defender nuestros derechos, etc No me lo creo porque sigo creyendo en un futuro, porque como dice Mafalda el año que viene ha de ser valiente para todo lo que se nos viene encima y si nosotros no somos motores del cambio, el cambio no va a venir por ciencia infusa.

mafalda-ac3b1o-nuevo2Y es que ha llegado un punto en que tenemos que unir acciones, cerebros, intereses, … por que solo uniendo las fuerzas podemos lograr algo. La cuestión es que salir a la calle no basta. Saliendo a la calle parece que encima lo único que hemos conseguido es una nueva ley en la que se nos prohíbe defender nuestros derechos manifestando nuestra opinión. Hay que buscar algo diferente y hay que creer que es posible.

Un amigo, Eloy Moreno, escritor de Lo que encontré bajo el sofá no ha podido explicarlo mejor en su carta a los Reyes Magos ¿queréis uniros a su petición?

Pensamientos positivos, por favor!!

Estoy harta de que la gente se centre en lo negativo de las situaciones, de las personas, escucha-tu-cuerpode las cosas… estoy harta de oir comentarios sobre lo que no tenemos o lo que nos falta, como si no tuvieramos razones para sentirnos a gusto, satisfechos o simplemente contentos en el día a día por el simple hecho de tener dificultades.

Mi abuelo cuando nos oía protestar cuando éramos pequeños, tenía una frase clave: «teníais que pasar una guerra y veríais lo que es pasar hambre y lo que es lo importante…»

Claro! no es cuestión de que pasemos una guerra. Ojalá no tengamos que hacerlo nunca… pero no dejaba de tener su parte de razón. Entramos en muchas ocasiones en unas tonterías… y no nos damos cuenta de que lo que es verdaderamente importante, como nuestra familia, amigos, los que tenemos trabajo, los que además nos gusta lo que hacemos… incluso las cosas más del día a día que tenemos a nuestro alcance y no valoramos… como tener acceso a todo tipo de información gracias a internet, conectados a quien queramos gracias a los móviles a golpe de llamada, sms y/o whatsapp, tomar un café y «arreglar» el mundo de vez en cuando, quedar con es@ amig@ que hace tiempo que no veías para compartir una cerveza, ir al cine y alucinar en 3D aunque luego te duela la cabeza, volver a escuchar ese CD o esa canción que te mueve el corazón o los pies, echarte una siesta en el sofá o quedarte dormid@ por el calorcito de una manta mientras ves una película, ese beso en la mejilla de agradecimiento que te pilla de sorpresa, ver dormir a tu pareja porque tú te has despertado antes, pasear a tu mascota mientras te despiertas por el frío de la mañana, descubrir una nota a modo de post-it animándote para tener un buen día, sorprenderte de la cantidad de hojas caídas en el suelo porque todavía es otoño, dar/ recibir ese abrazo reconfortante tras un día estresante, quedarte en «bavia» mientras las luces de un árbol de Navidad parpadean de forma sincronizada, alegrarte por haberte puesto la bufanda y ver el vaho que se genera cuando respiras, sorprenderte deseado comprar postales de Navidad a pesar de haber enviado todos los Christmas a través del correo electrónico,…

Todos los día stienen cosas malas y cosas buenas. Yo hoy comparto con vosotros/as muchos momentos que me encanta y muchos de ellos los he vivido hoy mismo o a lo largo de la última semana. Decido quedarme con ellos.

Los que tengáis dudas… aquí va una receta… sino es prescripción médica… es consejo de amig@ 🙂

recepta

Felices Fiestas y que tengais felices y bonitos días

Lo que encontré bajo el sofá…

Conocí a Eloy (@Eloy_Moreno) hace ya muchos años en una formación, y ya antes de «conocerlo» tuve la ocasión de haberlo visto pocos días antes en la FNAC de Valencia, aunque sin saber que era él.la foto

Recuerdo que estaba alrededor de un stand de su libro (El boli de gel verde) y se iba presentando a todo aquel que pasaba para ir acercando su obra.

Me pareció curioso y original, lo reconozco, pero lo que más se me quedó grabado es su imagen alegre, dinámica e ilusionada promocionando un libro.

Evidentemente fue en la formación donde le compré el libro (unos cuantos fuimos los que le compramos, los demás… ya lo tenían), nos lo dedicó a todos.. y lo que es más importante. Cuando lo leí, me encantó.

Por aquel entonces, ya comentaba que tenía los trazos, las ideas de su segunda obra, pero que primero quería disfrutar, cuidar y acompañar a que esta primera se desarrollara bien.

No sé si será la misma, o será un argumento nuevo el de esta segunda obra, lo que sí puedo decir es que me ha encandilado mucho más que la primera si cabe y de hecho en menos de un día me la había acabado.

Me parece una historia tan realista que en ocasiones sientes escalogríos y tan sentida que notas a tu corazón palpitar por momentos.

Permite, bajo la trama de una historia de amor/desamor/deseo/pasión/cariño/costumbre, explicar la historia de una sociedad… la nuestra; y de cómo, poco a poco, te va diciendo a la cara, sin perder en ningún momento las formas ni la educación, que lo que nos está pasando… somos responsables en cierta medida. Somos complices de lo que ocurre en nuestra sociedad corrupta. Pone los pelos «como escarpias».

Eso, combinado con retazos como fogonazos de historias paralelas, hace que tenga una magia especial. Es como si fueras andando por su novela y de vez en cuando, como de de una calle se tratara, te fueras acercando unos segundos por las vidas de las personas con las que te cruzas al caminar.

Hay historias entrelazadas, hay sucesos concatenados y momentos paralelos, escritos con la precisión de una pluma y la delicadeza y suavidad de una acuarela.

Es una novela que no deja de sorprenderte, que con el escenario de Toledo va entrelazando las historias como si estuviera tejiendo, haciendote sentir cada nudo, cada color, cada textura.

Me han dado muchas ganas de visitar Toledo, contratar una guía nocturna a las 21,00h y buscar por la ciudad encantada las pistas de cada historia.

Eloy, gracias por seguir escribiendo. ¿Para cuando la siguiente?

El amor se come, se bebe,… se mastica

Esta semana estuve de curso en Madrid (sorry por no avisar… prometo hacerlo a la próxima, vuelvo prontico).

Era un curso de Management Transversal con un equipo de mandos transversales de un laboratorio farmacéutico y he de decir que fue muy enriquecedor por todos los contenidos que trabajamos y experiencias que compartimos.

un poco de amorLa cuestión, es que en uno de los momentos de descanso y hablando de todo un poco, de temas más triviales y menos… llegamos a la conclusión de que el amor se masticaba

Una de las asistentes comentó que tenía una teoría, que el amor era energía y por tanto ni se creaba ni se destruía, se transformaba (he de decir que era médico, y basada en evidencias…)

Con esa teoría, ella decía que daba a sus hijos de comer amor, porque cuando ella les hacía el zumo, el desayuno, la comida… ponía tanto amor que imaginaba que toda esa energía de amor pasaba de sus manos al zumo o al alimento que fuera.

La cuestión es que esta tarde que visto la película «Love’s kitchen» (narra la historia deLoves Kitchen Rob Haley, un chef de gran nombre que tiene un restaurante de éxito en Londres cuyo eslogan es “comida sencilla servida con amor“) y me ha recordado toda esta conversación, además de hacerme pensar en cuánta razón tenían estas palabras y que cuanto más amor e ilusión pones a las cosas, esto al final llega a los destinatarios.

Pero claro, esto también pasa con las emociones negativas, y aunque en nuestro fuero interno esté el disimularlo, el hecho de contener la rabia, el enfado… también se traspasa, por lo que os pido que cada vez que estemos sintiendo algo y estemos haciendo cosas al mismo tiempo… tratemos de visualizar lo que sentimos para saber lo que estamos traspasando. ¿Qué os parece?